Por Orlando Cano
Como familia, estamos muy ligados a los perros y los caballos, entrar al mundo de las exposiciones de perros fue muy especial.
Por el año de 1988, mi padre acudió a un hipódromo en Estados Unidos y un entrenador de caballos le regalo un Greyhound retirado de las carreras, 3 días después llegó a nuestra casa. La bautizamos como “La Patas”, a mis 8 años pensé que era el nombre perfecto.
Esa hembra vivió con nosotros 7 años más hasta que falleció en nuestro rancho, pasó el tiempo y adquirimos un Dogo de Burdeos, al que llamamos “EL TURCO” y un día en el año 1999 fuimos a una exposición canina en Monterrey y lo llevamos, lo inscribimos en la categoría “perro visitante” y para sorpresa nuestra ¡GANAMOS!
La pregunta inmediata fue: ¿Qué sigue?
En ese momento se acercó a nosotros una dama muy amable, Alicia Ruiz Cantú quien nos comenta que si queríamos competir a nuestro perro en exposición oficiales, nos podría orientar sobre los trámites para registrar a nuestro Dogo de Burdeos con un “CPR” (Certificado de Pureza Racial) ante la Federación Canófila Mexicana A.C. Lo hicimos rápidamente y ahí fue el inicio de nuestra historia en el hermoso deporte.
Estuvimos compitiendo por algún tiempo con diferentes razas como Cocker Spaniel, Shitzu y Schnauzer. Pero siempre estuvo en mi la inquietud de volver a tener un lebrel, no importaba la raza, ese día llegó y gracias a una mudanza de mi gran amigo y mentor el doctor Francisco Chapa Guajardo, pude adquirir una increíble Whippet llamada “Molly” que a la fecha tiene el récord de mejores de exposición para un Whippet en México.
La historia de mi familia cambió por completo, nos involucramos totalmente en la canofilia, nos volvimos fans de la raza y llevamos nuestra afición con orgullo y honor por todas partes del mundo donde hemos podido mostrarla. Nuestros Whippets son parte nuestra, ellos lograron atraparnos de las maneras más dulces y además, nos han unido como familia.
Mi hija Mia de 5 años y mi hijo Orlando de 16 han presentado Whippets en diferentes categorías en exposiciones caninas, dándonos infinidad de satisfacciones.
Las mayores alegrías son las que nos dan diariamente en nuestra casa, es mejor y más importante que el mayor de los premios, llegar a casa y ver a esos flaquitos correr hacia mí y verlos jugar con mis hijos me llena de una enorme regocijo.
Dos cosas que hacen feliz al Whippet: correr a toda velocidad y dormir acurrucado en nuestro sillón más cómodo, quitándonos de ahí. Son callados dentro de la casa, ocasionalmente ladran si hay algo por lo que valga la pena ladrar. Como todos los galgos, les encanta perseguir cualquier cosa que se mueva, incluyendo al gato del vecino. Se llevan bien con la familia de los gatos y perros y son muy amables con los niños.
Los lebreles no son conocidos por su obediencia, pero el Whippet probablemente sea el más obediente de ellos y los más cariñosos, son muy sensibles, disfrutan de las caricias y el juego con su familia de la cual no le agrada separarse. Este cariño se reserva sólo para los miembros de la familia y algún otro extraño que les agrade.
En la actualidad he incorporado en mi plan de crianza ejemplares de líneas americanas y algunos de las mejores líneas europeas.
Siempre cuidando mejorar la raza, seguir aprendiendo, buscando mejorar día a día.
Nos encanta viajar en familia con nuestros whippets a competencias por México y Estados Unidos con inscripciones en la raza de más de 50 ejemplares.
Recientemente viajamos a la mundial de Brasil 2022 donde las inscripciones fueron de más de 65 perros de la raza y logramos ganar el mejor de la especializada nacional de Whippet y el campeonato mundial.
Dentro de nuestros más grandes logros en la raza contamos con:
4 campeones mundiales
Sexo Opuesto en Westminster
Más de 25 mejores de Exposición
2 especializadas de la raza
8 veces Lebrel del año en México
Y Múltiples campeones en México y el mundo criados por nosotros.
Comments