“Ese día, me detendré de repente y miraré a la lejanía. Mis grandes y brillantes ojos se pondrán atentos y me alejaré velozmente del grupo sobre la verde hierba, moviendo mis patas cada vez más y más rápido. Te habré visto, y cuando tú y yo nos encontremos nuevamente, nos daremos un abrazo para nunca separarnos...”
La leyenda del puente del arcoíris recrea el anhelo de todos aquellos que hemos tenido la fortuna de tener en nuestra vida un lomito.
Ellos se roban nuestro espacio y tiempo, pero sobre todo, nuestro corazón. Ahí se alojan sin avisar, de manera inesperada, al primer contacto con sus brillantes e inquietantes ojos, no importa la edad que tengan, su alma pura se refleja en ellos.
Los perros son creadores de sonrisas, compañeros fieles, leales, guardianes, protectores y amorosos sin medida; por eso, decirles adiós no es fácil.
Hasta mediados de los 80 ́s nuestra sociedad no albergaba la posibilidad de darles un final digno a nuestros fieles amigos, la práctica común era deshacerse del cadáver en el servicio público de limpieza, o bien, sepultar sus cuerpos en el camellón más cercano y en el mejor de los casos en un jardín propio.
Afortunadamente, en las últimas dos décadas, se ha venido promoviendo, la cultura del respeto y dignidad de los animales, y aunque aún falta mucho por hacer, cada vez son más las organizaciones públicas y privadas que luchan por alcanzar en la sociedad un alto nivel de respeto por esos seres inigualables.
Mahatma Gandhi dijo: “La grandeza y el progreso moral de una nación puede medirse por la forma en que trata a sus animales”. El respeto por el bienestar de nuestras mascotas y de los animales en general, es una muestra de los valores que guardamos como sociedad, y de la manera en la que nos tratamos como seres humanos.
Despedir a nuestras mascotas es hoy por hoy un tema que ha revolucionado las mentes y el sentir de las familias, ya que se han vuelto parte integral de ellas. De tal suerte que, darles un último adiós a quienes nos han brindado su lealtad y amor incondicional, se ha convertido en una necesidad, no sólo por cuestión de salud pública, sino preponderantemente por una cuestión de dignidad para nuestros queridos compañeros de vida.
En Huellitas del Recuerdo no sólo ofrecemos un servicio de incineración de mascotas con un equipo de alta calidad, nuestro objetivo principal es rendir un homenaje a nuestras mascotas al momento de despedirlas y brindarles a las familias un espacio cómodo y acogedor en el que puedan vivir ese doloroso momento de la mejor manera posible.
Nuestras instalaciones están diseñadas para que el funeral de nuestras mascotitas sea recordado como un bello y digno homenaje; no como algo doloroso, ya que nosotros los tratamos con total respeto y a las familias con la debida empatía que surge de nuestro genuino amor por las mascotas.
Más aún, ofrecemos a las familias la seguridad y tranquilidad de regresar con las cenizas de sus fieles compañeros a casa, sin tener que esperar angustiosos días para recibir sus restos, lo cual genera sin lugar a dudas, la incertidumbre de que en realidad sean los restos de sus mascotas.
Realizar un funeral para nuestros fieles amigos, no sólo los dignifica, sino también ayuda a los propietarios a transitar por ese momento de una forma menos dolorosa, ya que afirman los expertos, es una adecuada forma de sobrellevar el duelo por la pérdida del ser amado.
Reconozcamos hasta el último momento a aquellos seres que durante su vida nos brindaron su compañía y amor incondicional.
En Huellitas del recuerdo, amamos a las mascotas de principio a fin!
Ma. del Pilar Segura H. Socio fundador
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