Por Tere Rodríguez Yrízar
Es el momento de entregar una enorme moña que dice: “Mejor de Exposición” … e inmediato después el sobresalto, la emoción, un brinco inesperado, hasta una lágrima en ocasiones… quienes han participado en una exposición canina de la Federación Canófila Mexicana, saben de lo que estamos hablando. No importa si los eventos son chicos o grandes, si se hacen en algún estado de la República, en CDMX (Ciudad de México) o incluso en otro país canófilo del mundo… colocar a un ejemplar entre los mejores del grupo y llegar a la gran final es siempre un anhelo y representa la culminación de muchos esfuerzos y sacrificios de criadores y manejadores participantes.
Por el otro lado tenemos al club filial de la FCM (Federación Canófila Mexicana) organizador del evento, o bien al afiliado en el país miembro de la FCI (Fédération Cynologique Internationale) sede de una Exposición Mundial. El club es quien busca el lugar adecuado, invita a los jueces, a los secretarios, prepara con esmero las moñas, los presentes, los trofeos, está atento a la instalación eléctrica, al suministro de agua, procura un lugar techado, ya sea en un salón o al aire libre… pone carpas o sombras para los participantes, consigue a los patrocinadores para poder solventar los gastos que esto implica, ofrece un buen programa de inscripción, cuida cada uno de los detalles… Ambas partes logran en su conjunto el propósito de una exposición: permitir a los propietarios exhibir a sus ejemplares en una competencia de excelencia con otros de su misma raza o de otras razas para obtener como resultado la preservación de las mismas, que se consigue a través de cuidadosos programas de selección, donde estas competencias son de vital importancia para obtener los campeonatos que nos van indicando quiénes son los mejores conforme su estándar.
Los clubes filiales juegan un papel muy importante en la difusión de la canofilia a nivel nacional e igual sucede con los clubes locales en los respectivos países miembros de la FCI. En el caso de México, podemos acercarnos a algún club filial de la FCM de los que se encuentran en la mayoría de los estados de la República. Los eventos que cada club organiza siguen los mismos lineamientos y procedimientos establecidos en el Reglamento de Exposiciones de la FCM, por lo tanto, todos los competidores tienen la certeza de que la forma en que se llevará a cabo el juzgamiento canino está allí descrito, ya sea en una exposición abierta a todas las razas o en un evento especializado de una sola casta. Todos estos eventos se clasifican también como un deporte. Sin embargo, hay que considerar que además del aspecto zootécnico, que significa la conservación y el mejoramiento de las razas, tenemos también el aspecto de convivencia y juzgamiento, donde el juez evalúa a los ejemplares participantes con base en su estándar y en la forma en que se presentan ese día y en ese momento. Es decir, que el juez podría eliminar a los participantes que no se muevan en el momento de la revisión, o a los que no sean bien posados por su manejador en ese instante en que voltea a verlos. Por lo tanto, resulta apasionante el poder ganar entre los mejores y más preparados.
Cuando el público nuevo asiste a una exposición canina, siempre se sorprende con la logística y el cuidadoso procedimiento de juzgamiento. Pero ¿cómo hacer para que lleguen a los eventos? Allí entra la campaña de difusión que cada club lleva a cabo en el estado y que puede abarcar desde carteles y volantes, hasta spots radiofónicos, televisión local, redes sociales, anuncios en revistas especializadas o incluso carteleras espectaculares. También se sugieren las visitas a las escuelas y a las empresas de manera periódica. Esta primera parte de difusión es muy importante, considerando que cada club debe organizar por lo menos una exposición oficial al año y también un evento educativo, donde se tiene la responsabilidad de que la gente conozca el porqué de las razas caninas y de la selección genética.
Un claro ejemplo de la importancia de las razas lo vivimos en los recientes sismos de Turquía y Siria, donde los perros de rescate salvaron la vida de decenas de personas. Estos ejemplares tienen una delicada selección genética y de crianza que les ha permitido hacer su labor de manera exitosa. Muchas veces, estas unidades de rescate se presentan en las exposiciones caninas de los diferentes clubes para dar exhibiciones y que la gente pueda conocer de cerca su trabajo. Así, los eventos constituyen todo un espectáculo donde resulta apasionante ver cada detalle: cómo se arregla un ejemplar para entrar a pista, el tiempo de entrenamiento previo para un buen manejo o una buena función zootécnica, la cuidadosa evaluación que el juez hace a cada uno de ellos… A veces los primeros comentarios de los asistentes van en relación a la similitud que existe entre la eliminatoria canina y la de un concurso de belleza humana… resulta divertido. Por lo regular este público regresa una y otra vez, se involucra e incluso decide a futuro competir o seguir presente de alguna forma.
Las exposiciones caninas tienen una larga historia en el mundo. La Fédération Cynologique Internationale, que abarca a decenas de países, fue creada en 1911, mientras que la actual Federación Canófila Mexicana se fundó en el año de 1940 y realizó su primera exposición con Certificado al Campeonato Mexicano el 11 de mayo de ese año, misma que tuvo lugar en el Parque de la Lama, donde ahora es el World Trade Center, situado en la Av. Insurgentes de la Ciudad de México.
Es importante conocer nuestra historia, porque nos permite valorar lo que somos en el presente como resultado de un largo camino recorrido por más de cien años en la parte de las ‘expos’, sin perder de vista que hay razas caninas que tienen más de mil años; en África -por ejemplo-, se encuentra el Basenji, una raza primitiva que era empleada para la cacería y el rastreo, mientras que en Japón la existencia del Akita data de más de mil años atrás, poniendo de manifiesto que el vínculo perro-hombre tiene miles de años existiendo y evolucionando en la Tierra.
Para hacer una exposición exitosa hay que considerar varios elementos: seleccionar una fecha con suficiente anticipación, por lo menos cinco o seis meses y contar con la aprobación de la FCM; tener el lugar adecuado con los permisos y equipos respectivos de acuerdo a las autoridades estatales/municipales, como: Protección Civil y Bomberos , licencia de funcionamiento, ambulancia, equipo de limpieza y seguridad; establecer un Comité del Evento que se encargue de verificar todo lo relacionado con el panel de jueces invitados, los boletos de avión, la recepción de los mismos, alojamiento y traslado a la sede; establecer cierre de inscripciones, elaboración del catálogo y orden de juzgamiento; tener un Comité de Patrocinios para la adquisición de los insumos y gastos como: moñas, trofeos, campaña publicitaria, en fin, trabajar de la mano y en equipo tendrá siempre un resultado favorable.
Hay otro tipo de eventos de convivencia que los clubes llevan a cabo y que son los llamados “Matches”. ¿Qué es un “Match”? Es un evento no oficial, pues no se otorga ningún certificado o puntuación para completar un campeonato, pero los asistentes tienen la oportunidad de aprender y participar por primera vez, recibir una asesoría del juez o de otros manejadores, los criadores pueden entrenar a sus ejemplares dentro de una competencia deportiva, adiestrarlos al uso de la correa, divertirse con sus ejemplares y pasar un momento agradable en familia. En los matches los jueces novatos pueden también practicar el manejo de pista y los niños y jóvenes manejadores adquirir más experiencia. Es importante que los clubes organicen actividades periódicas para fomentar la canofilia y llevar a cabo una labor educativa en cada uno de sus estados. También pueden llevarse a cabo seminarios, cursos de estética, entrenamiento, manejo, excursiones o convivencias.
Dejar huella con nuestros ejemplares caninos, buscar su bienestar en todo momento y un entorno adecuado, son aspectos fundamentales a considerar. A esto, hay que sumar los cientos de años de estudios genéticos que han permitido crear los estándares raciales que hoy conocemos, así como la colaboración e intercambio de información entre los países de la FCI que ha hecho crecer la canofilia en el mundo. El reciente “Congreso Mundial de Salud y Bienestar Animal para los Perros del Mundo”, permitió a los países involucrados presentar una prospectiva integradora y trazar un camino para proteger las razas del mundo de la mano de su bienestar y cuidados.
Hacia allá nos dirigimos: preservar nuestras razas, con cientos y miles de años de historia, como es el caso del Xoloitzcuintle en México. Gozar de las exposiciones caninas a través de las federaciones nacionales y clubes filiales en México y el mundo, que nos permiten una selección genética adecuada, además de enmarcar todas estas actividades dentro de los cuidados de bienestar y salud para tener ejemplares equilibrados y sanos en nuestro país y en el mundo.
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