Por Jesús Hernández.
Quiero agradecer a la revista Perros Pura Sangre por tomarme en cuenta para colaborar con este artículo. Para mí es un gran orgullo y de suma importancia, pues en la gran mayoría de las ocasiones cuando se escribe del perro Dobermann, nos enfocamos en el estándar racial y su origen; sin embargo, hay un tema que cada día cobra mayor relevancia y no estoy seguro si es porque estamos en un mundo más globalizado, o porque existen factores medio-ambientales que están influyendo de la misma manera que en la salud de los humanos, o ambas.
LA SALUD DEL DOBERMANN
Dentro de la salud del Dobermann existen diversas vertientes, de las cuales tendríamos que hacer un verdadero compendio y no porque sea un perro enfermizo, sino porque cada patología en cuestión tiene mucha literatura. En esta ocasión haré énfasis en las enfermedades de origen genético más comunes en esta raza, compartiré puntos muy relevantes para quien guste enriquecer más su conocimiento, tenga las bases para poder iniciar una búsqueda exhaustiva.
Estas enfermedades no las pondré por orden estadístico, pues desgraciadamente no existen datos exactos sobre la prevalencia de las mismas en nuestro país, pero sí estoy seguro de que son las más frecuentes y de gran impacto.
ENFERMEDAD DE WOBBLER (ESPONDILOMIELOPATÍA CERVICAL)
Cada día es más mencionada en nuestro medio y quizá es porque ahora sí la conocemos y como tal, se hacen diagnósticos más certeros y se otorgan tratamientos que prolongan o palian el estado de salud.
Es una enfermedad neurológica degenerativa, la cual se caracteriza por una protrusión de los discos intervertebrales a través de los espacios intervertebrales de forma crónica, acompañada de una malformación vertebral, hipertrofia del ligamento longitudinal dorsal y artrosis. Los signos y síntomas en general, serán en dependencia de la localización, protrusión y degeneraciones secundarias. La localización más frecuente es C5-C7.
Etiología
Se desconoce hoy en día con exactitud; sin embargo, se tienen diferentes hipótesis muy bien sustentadas cada una de ellas por diferentes investigadores. Están las de origen congénito, nutricional, conformacional, raza, actividad física entre otras.
¿Cómo diagnosticar?
Los signos y síntomas de esta enfermedad en un inicio son muy fáciles de confundir con otras patologías, si no se tiene la sospecha diagnóstica. Y es aquí donde cobra importancia cualquier síntoma o signo en nuestros caninos, acudir al médico Veterinario de inmediato y no abusar de las preguntas en redes sociales, en donde en muchas ocasiones encontramos recomendaciones fuera de lugar. El diagnóstico básicamente está centrado en los antecedentes y pruebas de imagen, que son de suma importancia para poder tener el diagnóstico certero para corroborar lo mencionado en la definición; estos estudios de imagen son: radiografías convencionales, mielografía, tomografía y resonancia magnética. Estos junto con la clínica presentada del paciente, son los que harán llegar a un diagnóstico correcto.
¿Qué signos y síntomas?
El dolor cervical es característico (el más común), pero muchas veces tenemos que buscarlo intencionadamente lo cual resulta complejo en la práctica, pues en ocasiones por el entusiasmo del juego olvidamos dar importancia a algún gesto de nuestro perro y pensamos que es parte del juego, pero si tenemos un Dobermann y sabemos que es una raza propensa a esta enfermedad, debemos tener en cuenta que entrando a los 4 - 5 años de edad debemos buscar intencionadamente el más mínimo síntoma de dolor a nivel cervical.
Otro signo característico es el tambaleo al caminar y de ahí uno de los sobrenombres de esta entidad “síndrome de tambaleo” y esto es por una descoordinación en la marcha del tren delantero con el trasero; otro signo característico y muy importante, es la cojera marcada en las patas traseras y aquí se pierde mucho tiempo en la mayoría de los pacientes en los que aparece este signo, ya que en la gran mayoría de las ocasiones, al no existir sospecha diagnóstica, son mal diagnosticados y tratados. Aquí es donde radica la importancia de acudir con médicos certificados y de gran experiencia, pues aplica un viejo aforismo en medicina “no se diagnostica lo que no se conoce”. Existen otros signos como ataxia y paresia.
¿Cómo se trata?
El tratamiento dependerá de la etapa en la cual tengamos el diagnóstico y con obviedad de razones, mientras más temprano sea éste, más posibilidades de dar calidad de vida a nuestro perro; cabe mencionar que al no tener una certeza del origen y desarrollo de la enfermedad “etiología y patogenia”, no se puede dar con certeza un pronóstico exacto a largo plazo. Si tuviéramos esa certeza de que nuestro caso en cuestión es de origen genético, muy probablemente sólo logremos paliar los síntomas y signos, pero si se tratase de algo adquirido, podría existir un mejor pronóstico.
Existen múltiples modalidades de tratamiento que van desde la aplicación de analgésicos, antiinflamatorios, condroprotectores, cirugías descompresivas del canal medular con estabilización de la columna, hasta la aplicación de células madres, entre otras.
ENFERMEDAD DE VON WILLEBRAND (EVW)
Es el trastorno de coagulación hereditario más frecuente en los perros y dentro de estos el Dobermann, es una de las razas más propensas a presentarla. A diferencia de la enfermedad de Wobbler, esta entidad es muy bien conocida en la literatura y muy estudiada pues también se presenta en humanos.
Aquí se presenta la deficiencia del factor VIII de la coagulación, este factor es de suma importancia para poderse llevar a cabo una coagulación correcta en tiempo y forma, al existir la deficiencia de esta glicoproteína no hay una correcta adhesión plaquetaria con una consecuente falla en la hemostasia y por tal motivo nuestro perro está en riesgo de presentar sangrados sin causa aparente y de difícil control.
¿Cómo se diagnostica?
Los antecedentes es lo más importante para llegar al diagnóstico, dentro de estos el más importante es el sangrado sin causa aparente, o sangrados inducidos por traumatismos de difícil control o hasta incontrolables. Afortunadamente, de los tres tipos de EVW la tipo 1 es la más frecuente en esta raza y de las tres, es la que se caracteriza por hemorragia de leve a moderada, lo que se traduce en controlable, ya sea por medios de compresión y hasta con el uso de medios hemostáticos “diversos”.
Es importante estar pendientes en la muda de dientes, pues en general se presenta un ligero sangrado que es auto controlable por los mismos mecanismos de hemostasia, pero en el caso de estar presente la EVW, este sangrado es mayor de lo habitual, la aparición de tumoraciones (hematomas) sin causa aparente o por traumatismos que en teoría son menores, sangrado vaginal excesivo en ciclos de celo o partos, sangrado en las heces, orina con tintes hemáticos (roja), sangrado de más en cirugías, hemorragias nasales sin causa aparente, etc.
Las pruebas diagnósticas prácticamente están al alcance en cualquier laboratorio y basta una sospecha con una correcta lectura de los valores de laboratorio, para llegar a un diagnóstico correcto. Esta herramienta es el perfil hemostático completo.
¿Cómo se trata?
Ante una hemorragia que no es controlable, hacer uso de medios compresivos ligeros a moderados (evitar isquemias), llevar de inmediato al perro a un centro veterinario y dejar que nuestro especialista en salud haga uso de sus conocimientos para diagnosticar y tratar la enfermedad en cuestión, que va desde el uso de medios hemostáticos hasta el uso de medicamentos para compensar la deficiencia de esta proteína plasmática, es lo mejor que podemos hacer. Desafortunadamente, la Enfermedad de Von Willebrand en perros no tiene cura, pero se puede controlar.
CATARATAS
¿Qué es una catarata?
La catarata es una opacidad del cristalino (blanco-grisáceo) que se produce debido a una alteración en su metabolismo, puede afectar a una parte del cristalino (catarata focal) o a su totalidad. El color, la forma y la localización de la catarata es variable, y su presentación puede ser unilateral o bilateral.
Etiología (origen)
Esta puede ser hereditaria, traumática, metabólica, postuveítica y senil y es aquí donde cobra importancia para nosotros, pues el Dobermann es afecto a esta enfermedad, por eso son importantes las revisiones de rutina periódicas por parte del médico Veterinario para que haga un examen clínico completo.
Diagnóstico:
El diagnóstico es clínico 100 % y está basado en una revisión exhaustiva y meticulosa con el oftalmoscopio y/o lámpara de hendidura portátil, donde se podrá observar básicamente una “disminución del reflejo del fondo de ojo por la opacidad del cristalino”.
Tratamiento:
Toda catarata, aún sea diagnosticada a tiempo, lleva cirugía siempre y cuando el ojo aún sea visual (que el perro aún vea). El tratamiento básicamente consiste en extracción del cristalino con implantación de un lente intraocular mediante diversas técnicas. Cabe mencionar que en lugares donde no se puede tener alcance a un lente intraocular, al perro solo se le puede retirar el cristalino, teniendo solamente una visión de bulto y percepción luminosa.
DISPLASIA DE CADERA
Esta es una enfermedad con un complejo componente hereditario, en cuyo desarrollo influyen factores genéticos fundamentalmente, pero también ambientales. Es un exceso de laxitud articular durante el desarrollo en la articulación de la cadera, que llevará a una pérdida de congruencia entre la cabeza femoral y el acetábulo (parte de la pelvis), deformando ambas superficies articulares y provocando sinovitis (inflamación de la membrana sinovial que reviste las articulaciones), incremento de la presión del líquido sinovial y subluxación o incluso luxación coxofemoral. Todos éstos cambios llevarán a la instauración de una enfermedad degenerativa articular (EDA), generando superficies articulares irregulares, anatómicamente imperfectas, que causarán inflamación, dolor y manifestación clínica evidente.
Diagnóstico:
El diagnóstico es básicamente clínico, apoyado de imagenología para determinar el grado de displasia. Es fundamental hacer una correcta anamnesis, en la cual el propietario nos comenta el tipo de dolor, y así como durante la fase inicial de la enfermedad, ésta suele ser de tipo agudo e intermitente, durante la fase avanzada ya es de tipo crónico y continuo. Aquí es donde el propietario se percata de situaciones de la vida diaria que empiezan a incomodar al perro y a limitarle (correr, caminar, subir escaleras, dolor al contacto con la cadera). Estos hechos son perfectamente compatibles con un cuadro de dolor a nivel coxofemoral. Hay maniobras y test (pruebas) específicos, (Bardens, Barlow y Ortolani).
Tratamiento:
El tratamiento es multimodal, esto significa que va desde tratamiento de apoyo para paliar la degeneración articular, así como para moderar los síntomas; hoy en día el tratamiento con células madres está dando buenos comentarios en diversas latitudes, pero aún no está de uso rutinario en nuestro medio por diversos factores. La otra parte del tratamiento es la quirúrgica y son muchas las opciones que aparecen a lo largo de los años para intentar controlar el dolor de estos pacientes. Mencionaré sólo por hacer honor a las técnicas, las más comunes, mas no significa que sean las universales: prótesis de cadera y escisión artroplástica femoral.
Quiero agregar que la displasia de cadera puede aparecer en cualquier perro y raza. Por desgracia es una enfermedad poligénica, lo cual quiere decir que son varios genes involucrados y con diversos valores numéricos que al heredarse a un cachorro, se hace una suma en la cual, si se sobrepasa el umbral de presentación clínica de esta enfermedad, aparecerá la DC. Un cachorro de una camada puede presentarla y otros no, por la suma que comenté anteriormente y al hacer una cruza de dos cachorros sin presentación clínica, si estos heredan valores altos en los poligenes donados, entonces puede aparecer esta entidad clínica.
Nota:
Es de suma importancia hacer juicio sobre la salud de nuestras mascotas, todas necesitan una revisión periódica al menos anual con médicos veterinarios capacitados para poder diagnosticar enfermedades a tiempo y tratarlas en forma o derivarlas a centros especializados. Lo aquí escrito es meramente informativo, puede variar en dependencia de la literatura consultada y diferir en criterios, no intento decir que lo escrito es ley, pues en todos los casos hice hincapié en revisión periódica y a tiempo por un profesional de la salud.
Existen en el mercado pruebas para detección de enfermedades de origen genético, las cuales son ideales siempre y cuando las mismas tengan origen etiológico, algo genético en el perro, pero no lo exime de una patología de origen adquirida.
Muchas gracias.
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