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La máscara en el Dogo de Burdeos


Por M.V.Z Esp. Dipl. Armando Vargas Monreal


¿La máscara negra viene o no del Mastín? Sobre este tema tampoco nadie está de acuerdo. Actualmente se aceptan ambas máscaras, podemos pensar que la máscara roja, que también se llama marrón, es la más característica.

Hacia 1883 Megnin afirma que tres criadores (Guayrand, Obland y Fontan) introdujeron sangre de un Mastiff propiedad de un artista del circo inglés de Boston en sus hembras Dogo de Burdeos; así mismo, Megnin cuenta que en épocas más antiguas los perros con máscara negra, propiedad de Blanchet, descendían de un Mastiff propiedad de Pouy; también en 1700 Buffon y otro naturalista francés, Daubmenton, hicieron la descripción de un perro muy parecido al Dogo de Burdeos donde se menciona ya la máscara negra.

Hace más de un siglo, los aficionados peleaban por las máscaras y también por el tipo, porque en ese momento se reconocían tres tipos distintos: el Parisino, el Toulouse y el Bordelés. Estas disputas persistirían más o menos hasta la Primera Guerra Mundial de 1914. En cualquier caso, desde la primera exposición en 1863 y hasta finales de siglo XIX se utilizó la denominación Dogo de Burdeos conjuntamente con la de Mastín Francés.


Después de Megnin, el profesor Kunstler llevaría las riendas del Dogo de Burdeos y -a diferencia de aquél- preferiría la máscara negra. Entonces la raza era bastante rara y la cantidad de ejemplares muy pequeña. A partir de la década de 1920, los criadores Achille Bares y Gaston Jagourt tomarían el futuro de la raza en sus propias manos y la polémica por la máscara cesaría, pues tanto la máscara marrón como la máscara negra fueron aceptadas.


Máscara negra: suele estar ligeramente extendida y no debe invadir la región craneal; puede haber un ligero sombreado negro en el cráneo, las orejas, el cuello y la parte superior del cuerpo; luego entonces, la nariz y los labios también son negros.

Máscara marrón (solía llamarse roja o bistre): la nariz es entonces marrón, igual que los bordes de los párpados.


Sin máscara: el pelaje es leonado: la piel aparece roja (también llamada anteriormente “máscara roja”). La nariz es entonces rojiza o rosada. Dogos color Isabela.

En el Dogo de Burdeos usualmente se habla de dos máscaras, la negra y la roja. Uno rápidamente se da cuenta que este “rojo” no es rojo, esta máscara roja es más bien de un color hollín, bistre (marrón); esta máscara genéticamente marrón (hígado) es más o menos difusa, ocasionalmente limitada a la parte superior de los labios, de ello se deduce que cuando la máscara es marrón la nariz y los párpados también lo son. El negro y el marrón son expresiones de eumelanina, el negro es dominante, el marrón es recesivo y sólo puede aparecer cuando el perro no tiene los genes del negro; esto explica por qué cuando se aparean un macho y una hembra, ambos con máscara marrón, sólo producirán cachorros con igual coloración en las máscaras, el hecho de que los abuelos de uno u otro de los padres, o incluso los cuatro antecesores tuvieran una máscara negra no supondrá ninguna diferencia, por la misma razón de que ningún perro puede ser negro y marrón al mismo tiempo; cuando la máscara es marrón la nariz no puede ser negra, ni puede haber una superposición negra.

Hay un segundo tipo de máscara ‘roja’, y ese es el perro que genéticamente no tiene ‘máscara’, anteriormente esto se llamaba ‘máscara roja’ debido al color de la piel que es verdaderamente roja o rojiza o incluso rosada, los labios están cubiertos de un pelaje leonado. Hay muy pocos dogos sin máscara debido a que durante mucho tiempo se han seleccionado las llamadas ‘membranas mucosas’ bien pigmentadas y se considera que la despigmentación es algo que debe evitarse, a estos dogos se les denomina color Isabela.

La máscara negra del Dogo de Burdeos es muy particular; en primer lugar nunca está muy extendida y no llega a la región del cráneo, se puede encontrar algo de negro en las cejas, pero nunca es muy oscuro pues no forma ‘gafas oscuras’, no le da a la cabeza ese aspecto sombrío que también es indeseable en el Bóxer, nunca es tan extenso como en el Mastiff y sobre todo no es tan profundo, el leonado del pelaje siempre se puede ver a través del negro de la máscara (carbonado) o al menos se insinúa, mientras el “rojo” se filtra a través del negro, y éste puede limitarse a la parte delantera del hocico y/o a la parte delantera de los labios superiores, en tanto que el resto es pelo con bandas leonadas y negras, dando la impresión de un área sombreada sobre un fondo más claro; una máscara negra es a menudo acompañada de un sombreado, especialmente en las orejas.

En el pasado se solía decir que el Dogo de Burdeos no debería parecerse al Mastiff, no era sólo el hocico más largo, el stop menos pronunciado, el cuello más corto, la frente más plana (el Dogo de Burdeos tiene una frente alta que domina a la cara) lo que tenían en mente también eran las máscaras muy negras y pronunciadas, que no son en absoluto típicas de nuestro Dogo.


Si a los criadores se les metiera en la cabeza eliminar la máscara negra con el pretexto equivocado de que los marrones son más ‘puros’, sólo podría recuperarse cruzando al Dogo con un Bóxer o Bullmastiff.

Alguna vez le preguntaron al profesor Raymond Triquet ¿cuál máscara le gusta más? a lo que él contestó, “la que está puesta en la mejor cabeza y en el cuerpo más típico”.

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