
Por Mario González | Criador
Consideraciones
Es muy importante que no adquiera ni adopte un cachorro que tenga menos de ocho semanas de nacido, ya que será demasiado joven para afrontar el cambio de entorno.
Si adquiere un cachorro para un niño, prepárese para cuidarlo usted mismo, ya que los niños más pequeños suelen perder el interés.
La llegada de un cachorro es siempre un momento emocionante y de gran felicidad, pero las primeras semanas de convivencia son las más importantes para coordinar sus hábitos con nuestros ritmos y horarios.
Cuando en casa haya niños pequeños, asegúrese de que todos conozcan las reglas con respecto al cachorro (por ejemplo, cómo sostenerlo, no ser brusco, etc.).
Dele a su cachorro mucho amor, atención e instrucciones suaves (pero firmes) para ayudarlo a comportarse bien.
Para empezar, dos reglas fundamentales que hay que tener en cuenta:
1. El cachorro no es un ser humano: sus características intelectuales y emocionales no son las mismas que las nuestras, así como los alimentos que consumimos no siempre son los adecuados para las necesidades nutricionales del cachorro.
Parece una regla obvia, pero quizás por su aspecto y su ternura a veces tendemos a olvidarla y terminamos tratándolos como “niños”, yendo en contra de su naturaleza.
El cachorro es una criatura con necesidades, características, conductas y comunicaciones diferentes a las nuestras.
2. El cachorro no está desprovisto de sentimientos: esta regla está fuertemente ligada a la anterior.
Las primeras semanas de vida de un cachorro son importantes para establecer vínculos individuales saludables y comprender las jerarquías de la nueva familia. En los primeros días de vida con su madre y hermanos, el cachorro aprende los conceptos básicos de socialidad y control de su cuerpo. El cachorro descubre gestos y vocalizaciones para relacionarse con éxito en su entorno y con los demás miembros de la manada familiar.
Antes de lanzarnos de lleno a esta maravillosa aventura de tener un cachorro, conviene analizar nuestra situación bajo estos puntos:
El perro vivirá al aire libre o en un apartamento.
¿Quiénes somos?: una familia, una pareja, una persona soltera, una persona mayor o padres con niños pequeños.
¿Dónde crecerá el cachorro?
Si vive en un apartamento, quizás pequeño, entonces será mejor no optar por un perro grande con un fuerte sentido territorial y que requiera mucha actividad física. Por otro lado, si quieres un Chihuahueño, no puedes dejarlo vivir en el jardín como perro guardián.
Es bueno tener en cuenta que cada raza o perros mestizos tienen necesidades específicas que el propietario está obligado a respetar. Pero no sólo eso: la comunidad también tiene su peso.
¿Nos llevamos bien con nuestros vecinos?
¿El inquilino de abajo empieza a gritar si le cae una almohada encima?
Estos también son problemas o puntos de vista a tener en cuenta a la hora de hacer esta elección.
Dicho esto, hay cosas que debemos saber y tomar en cuenta para la adquisición de un cachorro:
Parte 1. Traer el cachorro a casa
1. Asegúrese de que el perro que adquiera sea adecuado para usted. ¿Su pelaje es adecuado para el clima en el que vive?, ¿tiene el tamaño adecuado para vivir en su apartamento?, ¿su nivel de energía es adecuado para la actividad física que planea para él? Al considerar atentamente estas preguntas, podrá garantizar que el cachorro obtenga el bienestar que necesita, pero también evitará experiencias desagradables en el contexto familiar.
2. Prepare su hogar como espacio seguro para su cachorro. A ellos les encanta explorar con la boca. Para mantener a su cachorro y su hogar seguros, debe tomar algunas precauciones:
a. Retire los objetos frágiles del área donde mantendrá a su cachorro.
b. Levante o cubra todos los cables eléctricos del piso y cierre las ventanas bajas.
c. Guarde los productos químicos de limpieza en un lugar seguro.
d. Consiga un bote de basura que sea lo suficientemente alto como para que no quepa dentro, y lo suficientemente pesado como para que no pueda volcarlo fácilmente.
e. Considere instalar una jaula o un corral plegable para mantenerlo confinado en una determinada habitación o área cuando sea necesario.
3. Calcule el espacio para el cachorro. Las cocinas y los baños son lugares ideales para mantenerlo porque generalmente son cálidos y tienen pisos lavables. Por la noche, manténgalo en su jaula en el dormitorio. De esta manera podrá escucharlo durante la noche y saber si necesita salir a hacer sus necesidades.
4. Compre dos platos de acero inoxidable, uno para comida y otro para agua. Son mejores que los de cristal porque no se astillan y se mantienen limpios. Si tiene otras mascotas en casa, proporcione a cada una su propio plato para evitar que se peleen. Cuando tenga que alimentarlos, sepárelos para que no se peleen por la comida y pueda asegurarse de que cada uno recibe el alimento que necesita.
5. Consígale un lugar para dormir. Considere una caja acolchada, una cama blanda o una canasta con muchas toallas. Sea cual sea la solución que elija, asegúrese de que siempre sea suave, cómoda y seca. Tenga una manta a la mano en caso de que haga frío. Para evitar conflictos con otras mascotas, cada uno debe tener su propio lugar para dormir.
6. Conseguirle con juguetes. Su cachorro estará lleno de energía sin límites, así que proporciónele muchos juguetes, incluidos algunos suaves que pueda masticar. Tendrán que ser lo suficientemente resistentes para evitar que los rompa, trague y se asfixie. No le dé juguetes hechos de cuero o carnaza; estos úselos sólo como recompensa en ocasiones especiales.
7. Elija los premios adecuados. Los premios se utilizan para entrenar a su cachorro y, por lo tanto, deben ser saludables, pequeños y fáciles de masticar o tragar. Su objetivo es comunicarle inmediatamente que se ha portado bien.
8. Proporciónale alimento de buena calidad para cachorros. Las croquetas secas, la comida enlatada o casera y una dieta cruda son excelentes opciones para un cachorro, pero hable de ellas con su veterinario. A la hora de elegir, pregunte al criador o al refugio qué tipo de comida está comiendo. Podrá seguir alimentándolo de la misma manera tan pronto como lo traiga a casa. Si lo desea, puede realizar algunos cambios después de algunas semanas, para que la transición sea gradual a lo largo de una semana aproximadamente. Un cambio repentino en la dieta puede provocar vómitos o diarrea.
9. Compre accesorios básicos de aseo. Todo dueño de un perro debería tener al menos un cepillo, un peine, un par de guantes de goma, cortaúñas, champú y toallas. Cuidar la higiene de tu cachorro no sólo ayuda a mantenerlo lindo, sino también saludable y feliz.
10. Consígale un arnés, un collar liso (de nailon o cuero) y una placa de identificación. Los collares demasiado ajustados corren el riesgo de dañar el cuello de su perro y lesionarle la garganta. Recuerde ajustar el tamaño del arnés y del collar a medida en que crezca en su talla.
11. Asegúrese de que se acostumbre a la casa. Puede que tenga miedo la primera vez que lo introduzca en un nuevo entorno, así que dele más cariño y atención durante los primeros días. Sosteniéndolo suavemente con la correa, déjelo explorar diferentes áreas de la casa y el jardín mientras lo sigue. No es necesario que le muestre todo en su primer día, pero las áreas comunes son un excelente lugar para comenzar.
a. No lo deje andar suelto porque podría ocurrir algún accidente.
b. Por la noche, déjelo dormir en su habitación, para que no se sienta solo ni abandonado.
12. Abrázalo continuamente. Es importante acariciar su cuerpo, sus patas y su cabeza varias veces al día. No sólo se sentirá amado, sino que podrán construir un vínculo fuerte entre ustedes.
13. Trátelo con cuidado. Los cachorros, como los niños, son delicados. Recíbalo suavemente en sus brazos, si necesita levantarlo. Mantenga siempre una mano debajo de su pecho.
14. Protégelo. Los cachorros son curiosos por naturaleza y, a pesar de todos los cuidados y atenciones, a veces pueden escaparse y perderse. Asegúrese de que su perro use un collar cómodo y ajustable junto con una forma en la que tenga su información de contacto, como su nombre, dirección y número de teléfono.
15. Encuentre un área segura para que su cachorro juegue. Un jardín bardeado sería ideal. Dentro de la casa, use una cerca plegable para encerrarlo en su área de juegos.
Parte 2. Alimentación del cachorro
¿Cuáles son las necesidades nutricionales de un cachorro?
Un cachorro tiene necesidades de crecimiento que varían según el tamaño y la raza. Al principio, un cachorro gana peso muy rápidamente.
Entre los cuatro meses de edad (en tallas pequeñas) y los seis meses (en tallas grandes) el aumento de peso disminuye significativamente. Seguir una dieta adecuada es por tanto fundamental si queremos tener un perro adulto sano, fuerte y que no desarrolle patologías relacionadas con el peso. Darle demasiadas croquetas o alimento a un cachorro puede generar un adulto obeso, con todos los problemas asociados a la obesidad, mientras que darle muy poco puede crear un adulto débil y propenso a enfermarse.
1. Elija la comida adecuada. Si bien puede sentirse tentado a ahorrar dinero, puede que no sea la mejor opción para su cachorro. Busque alimentos que contengan proteínas de calidad, como pescado, pollo, cordero y huevos.
2. Aliméntelo adecuadamente. Proporcione varias veces al día pequeñas cantidades de comida especialmente formulada para cachorros. La alimentación depende de la raza y el tamaño, así que asegúrese de verificar las porciones recomendadas. Alimente sólo las cantidades mínimas sugeridas para su raza, edad y tamaño. Aumente las dosis sólo si el cachorro parece demasiado delgado o si lo indica su veterinario. El número de comidas diarias depende de la edad del cachorro:
a. 6-12 semanas: tres a cuatro veces al día
b. 12-20 semanas: tres veces al día
c. Más de 20 semanas: dos veces al día
3. Evite alimentarlo con toda la ración de una sola vez. Si lo alimenta con varias comidas a lo largo del día, podrá adiestrarlo más fácilmente y evitar que coma en exceso. También le ayudará a establecer un vínculo más fuerte con ustedes, ya que asociará cosas buenas, como la comida, con las personas que viven en su casa. Debería tener un tiempo limitado para terminar su comida, aproximadamente 20 minutos y después de ese tiempo retirársela.
4. Mírelo comer. Observar a su cachorro mientras se alimenta es una excelente manera de evaluar su salud. Si de repente parece desinteresado en la comida, tome nota. Este comportamiento podría depender simplemente de que prefiere otra cosa, pero también de problemas de salud. Es su responsabilidad notar cualquier cambio en su comportamiento.
5. No le dé sus sobras. Puede sentirse tentado, pero recuerde que los alimentos consumidos por las personas pueden hacer que los perros aumenten de peso. Además de suponer un grave riesgo para la salud, permitir que le den las sobras de alimentos desencadenará uno de los hábitos más difíciles de abandonar: mendigar comida mientras está usted en la mesa.
a. Para mantenerlo saludable, aliméntelo sólo con alimentos específicos para perros o con la propia comida que le prepare a él.
b. Ignórelo por completo cuando esté sentado a la mesa.
6. Protéjalo de alimentos dañinos. El cuerpo de un cachorro es muy diferente al suyo. Algunos de los alimentos que usted puede digerir son peligrosamente tóxicos para él, por poner algunos ejemplos:
a. Uva
b. Pasas
c. Té
d. Alcohol
e. Ajo
f. Cebollas
g. Aguacate
h. Sal
i. Chocolate
7. Dele agua fresca. A diferencia de la comida, siempre debe dejarle a su cachorro un recipiente con agua fresca. Sepa que sentirá la necesidad de orinar tan pronto como haya bebido una gran cantidad de agua, así que llévelo con correa al jardín o a la terraza para que no provoque accidentes en casa.
Parte 3. Cómo mantener a su cachorro saludable
Los dueños son las mejores personas para mantener a sus cachorros sanos y saludables. No sólo son los responsables de su cuidado diario, sino que también son las personas que mejor los conocen.
1. Mantenga el entorno seguro para su cachorro. Un entorno sucio e inseguro puede resultar perjudicial para el bienestar de su cachorro, lave la cama del cachorro cuando esté sucia.
2. Asegúrese de que realice la actividad física adecuada. Cada raza tiene sus propias necesidades en cuanto a movimiento físico. Este es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir un cachorro. Después de cada comida, pongale la correa y salga al patio o al jardín para que pueda explorar y moverse. Comience a sacarlo a paseos cortos si su veterinario le asegura que es seguro. Es normal que los cachorros tengan breves períodos de energía seguidos de largas siestas. Sáquelo a pasear al menos una hora al día, repartida en dos o cuatro paseos. Una vez que haya completado todas sus vacunas, permítale interactuar con otros perros que conozca, siempre que sean amigables.
3. Elige un veterinario Pídeles consejo a tus amigos sobre tu elección. Asegúrate de sentirte cómodo con el veterinario que elijas.
4. Vacune a su cachorro. Cuando tenga entre seis y nueve semanas, llévelo al veterinario para comenzar su ciclo de vacunación. Debe desparasitar a su perro no sólo por la salud de él, sino por la de usted también. Muchos de los parásitos que infectan a los cachorros pueden transmitirse a los humanos y causar problemas de salud a toda la familia.
5. Esté atento a cualquier problema de salud. Vigile a su cachorro para detectar cualquier tipo de problema a tiempo. Los ojos deben estar brillantes y limpios, mientras que las fosas nasales deben estar libres de secreciones. El pelaje debe estar limpio y brillante: observe si está opaco o fino. Revise si hay hematomas, inflamación o erupciones, así como signos de diarrea alrededor de la cola.
Parte 4. Previendo la limpieza del perro
El cuidado es un aspecto fundamental para el bienestar y la salud de su mascota. Además de la limpieza regular del pelaje y las uñas, es importante prestar atención a la higiene diaria utilizando toallitas y productos específicos.
1. Cepille a su perro todos los días. De esta manera lo mantendrá sano y limpio y podrá comprobar si la piel y el pelaje tienen algún problema. El tipo de cepillo y otras herramientas necesarias para el aseo varían según la raza.
a. Cepille a su cachorro por todo el cuerpo, incluido el vientre y las patas traseras.
b. Empiece cuando sea muy pequeño para que no le tenga miedo al cepillo.
c. Comience gradualmente, dándole golosinas y juguetes. Al principio, cepíllelo sólo durante unos minutos a la vez para evitar que se estrese demasiado.
d. No cepille su cara ni sus patas con herramientas que puedan lastimarlo.
2. Recorte las uñas de su cachorro. Pídale a su veterinario o a la peluquería canina que le muestren la forma correcta de cortarlas. Con la técnica incorrecta corre el riesgo de lastimarlo si termina cortando en los puntos sensibles cerca de las uñas. Esto es especialmente importante si el cachorro tiene uñas negras que dificultan la identificación inmediata de estas áreas.
a. Las uñas demasiado largas pueden provocar presión en las articulaciones de las patas, además de dañar pisos, muebles y personas.
b. Recorte las uñas periódicamente a menos que su veterinario especifique lo contrario.
3. Asegúrese de que su cachorro tenga dientes y encías saludables. Los juguetes para masticar ayudan a mantener los dientes de su cachorro sanos. Los cepillos de dientes y las pastas de dientes creados específicamente para perros también son muy útiles para este propósito. Vaya acostumbrando poco a poco a su cachorro a que le cepillen los dientes, para que no sea una experiencia estresante.
4. Báñelo sólo cuando lo necesite. Si lo lava con demasiada frecuencia, la piel puede resecarse y existe el riesgo de eliminar la grasa que nutre el pelo. Asegúrese de que se familiarice con el agua y las etapas del baño. Dele premios y elogios, como siempre.
Parte 5. Entrenamiento del cachorro
Para adiestrar a un cachorro hay que estar “preparado para todo”, momentos de gran diversión y satisfacción se alternarán con las travesuras típicas de esa edad. Debemos siempre respetar su herencia natural, su personalidad y comprender su perspectiva del mundo. Con estos consejos en mente, junto con una buena educación básica, tendrá una aventura gratificante con su cachorro.
1. Acostumbre a su cachorro a no hacer sus necesidades dentro de la casa de inmediato. Comience este proceso desde el primer día. Cuanto más espere, más desorden tendrá que limpiar y más difícil será la tarea de adiestrar a su cachorro.
a. Considere usar toallas sanitarias durante los primeros días. Si bien no deberían reemplazar los paseos al aire libre, son útiles en las etapas intermedias, especialmente si no tiene patio o jardín.
b. Enciérrelo dentro del corral plegable con papel de periódico o tapetes sanitarios cuando lo deje sin supervisión. No lo deje vagar por la casa.
c. Si no juega con él, pongalo en su jaula o corral.
d. Preste atención cuando necesite hacer sus necesidades y llévelo inmediatamente al mismo lugar cada vez.
e. ¡Felicítelo (y dele una recompensa) de inmediato por hacer sus necesidades afuera!
2. Considere entrenarlo en jaulas. La jaula es útil por muchas razones. En primer lugar, limita el comportamiento destructivo, permitiéndole dormir y dejarlo solo sin tener que preocuparse. En segundo lugar, es un método eficaz de entrenamiento en casa (si se utiliza correctamente).
3. Enséñele a su cachorro comandos básicos. Un perro bien adiestrado es una alegría para la familia. Comience en la dirección correcta enseñándole buenos hábitos desde el principio y establecerá una buena relación. Es más difícil eliminar los malos hábitos que crear los buenos.
4. Saque a su cachorro en el coche regularmente para que se acostumbre a viajar con usted, de lo contrario existe el riesgo de que el coche le produzca ansiedad. Si su perro sufre mareos en el coche, pídale a su veterinario algunos medicamentos para controlar las náuseas. Hará que el viaje sea más placentero para ambos.
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