Por Olivita de México
Queridos amigos lectores, les saludo con cariño y comparto, con gusto, un nuevo artículo acerca de los perros de asistencia. Hoy lo dedico a Elisa Teresa Quintero Gimón, una gran mujer, admirada por su amplio conocimiento y experiencia como etóloga y entrenadora de perros de asistencia, pero, sobre todo, por su labor humanitaria y sensibilidad hacia las personas con discapacidad y usuarias de estos formidables canes.
Elisa es, orgullosamente, una de las pocas mujeres a nivel de Latinoamérica que, gracias a su esfuerzo y tenacidad, ha ganado un lugar importante en lo que respecta a los perros de asistencia. Su experiencia emana del trabajo realizado en países como Brasil, Colombia, España, Estados Unidos y México sin omitir, desde luego, a su querida Venezuela, sitios en donde ha adquirido y puesto en práctica su conocimiento. Dada la relevancia de su aportación al mundo de los perros de asistencia, vale la pena exaltar sus innumerables éxitos destacando su actividad como instructora y etóloga canina.
Elisa Teresa Quintero Gimón de Terrazas, nombre de casada, nació en la ciudad de Caracas, Venezuela, un veraniego lunes 5 de marzo de 1979. Es la menor de seis hermanos. Su relación con los perros proviene del ámbito familiar, pues sus padres se dedicaban a la crianza de Cocker Spanish y Bulldog Inglés, así como al show de perros (belleza canina), por lo que nació y creció en un ambiente rodeada de estos hermosos animales. Incluso, haciendo una retrospectiva de su vida, ella recuerda que, desde los cinco años, tenía una correa en sus manos.
Al paso del tiempo, este vínculo fue acrecentándose hasta realizar varios estudios profesionales y de postgrado, así como cursos de especialización, seminarios y algunos talleres que sería interminable enumerar en unos cuántos párrafos. Es fundamental señalar que Elisa es licenciada en Educación Mención en Ciencias Biológicas por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Caracas, Venezuela. Asimismo, cuenta con una especialidad en Perros de Asistencia por la Universidad Complutense de Madrid, España. También tiene una maestría en Etología Canina.
Aunado a su atractiva trayectoria profesional, nuestra querida Elisa se ha consolidado en otros aspectos de su vida, haciéndola merecedora de gran reconocimiento por su fortaleza y valentía, al venir desde muy lejos para asentarse en tierras aztecas, donde vive desde hace cinco años. Se enamoró y casó con Carlos Terrazas, distinguido médico veterinario; a partir de entonces su vida cambió drásticamente, lo que no le importó porque en México halló su felicidad. Ambos hacen una excelente pareja y juntos asesoran en el área de crianza y cruzas dirigidas, así como en show canino.
Nuestra protagonista es una feliz esposa y madre de familia. Es mamá de dos hermosos varoncitos que son la luz de su vida y ocupan gran parte de su tiempo. Actualmente radica en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, donde labora como profesora de Biología en la preparatoria Country del Colegio La Salle.
Graduada como instructora canina desde el 2002, Elisa se proyecta como una mujer inteligente, de fuerte carácter y personalidad, segura de sí misma, emprendedora, decidida, sensible y cosmopolita. Aun cuando pudo quedarse en Venezuela, nunca se mostró conforme con lo aprendido y, gracias a una beca que ganó en su tierra natal, aprovechó la oportunidad de viajar al extranjero, prefiriendo España para especializarse en los perros de asistencia.
Entre sus actividades más relevantes se menciona el año y medio que colaboró como monitor canino en el Instituto de Comportamiento Humano y Animal, Bocalan, en España, lo que le significó un mayor involucramiento en el tema de entrenamiento de los perros de asistencia. También trabajó unos meses en la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), donde ganó experiencia y convivió con expertos adiestradores de perros guía. No menos significativa fue su participación en Colombia, en donde trabajó en el área de entrenamiento de perros para ayuda coterapista.
De la misma manera, en Brasil participó en una serie de seminarios y conferencias organizadas por la Universidad de Río en 2002. Y cómo olvidar su aportación sobre etología para la Universidad Central de Venezuela. Igualmente, su sensibilidad para ayudar a las personas con discapacidad y adultas mayores va más allá del discurso, pues trabajó en la escuela Guiding Eyes for the Blind, de Nueva York, Estados Unidos, lo que le sirvió para seguir aprendiendo, convivir y ayudar a los usuarios de perros guía.
A la trayectoria de esta admirable mujer se añade su faceta como articulista en revistas especializadas en el tema canino, donde abordó a los perros de asistencia y como instructora experta comparte su visión y nivel de conocimiento e investigación, únicamente con la intención de informar en torno al comportamiento canino, su psicología, tipo de razas, proceso de adiestramiento, trato, educación, cuidados y una serie de recomendaciones para que la sociedad valore la noble labor que realizan estos canes.
De gran trascendencia es su valiosa experiencia como entrenadora de perros de asistencia (perro guía y para discapacidad motora) pues implica un dominio, no solamente en la parte teórica sino, también, en la práctica, legitimando su autoridad en este tema. Ella se ha constituido como una luchadora que busca se respete el trabajo de los centros de entrenamiento, de los adiestradores y, por supuesto, del binomio.
Se ha constatado que a Elisa no la detiene ni la distancia ni el tiempo: permanece activa en el ambiente canino; incluso en México ha participado en diferentes foros, compartiendo de manera magistral el origen, clasificación, protocolos de entrenamiento, selección de razas, adiestramiento y conducta de estos nobles animales. Haciendo hincapié en la independencia y calidad de vida que estos canes brindan a sus usuarios: personas con discapacidad visual, auditiva, motriz, intelectual, así como quienes padecen diabetes, epilepsia y autismo.
Para Elisa resulta urgente informar —adecuadamente— a la sociedad de las diferencias entre los perros de asistencia y los de terapia, sobre todo porque últimamente se han dado casos de abusos por parte de quienes pretenden hacer pasar a sus perros como de asistencia, con la intención de obtener beneficios como viajar en la cabina del avión, por citar tan solo un ejemplo, perjudicando al verdadero binomio y creando confusión en la gente que desconoce del tema.
De ahí que, gracias a su trabajo, ha contribuido al fortalecimiento de una cultura de respeto, inclusión, difusión, trato digno y no discriminación del binomio usuario-perro de asistencia. Ha dedicado parte de su tiempo para generar conciencia en el entrenamiento del perro: no tocar, no acariciar ni distraer. Por lo que combina sus múltiples ocupaciones con la noble misión de auxiliar a los usuarios de perros de asistencia, específicamente guías, en lo que se refiere a los siguientes aspectos:
Ayuda a las personas con discapacidad visual interesadas en obtener un perro de asistencia, informándoles sobre la responsabilidad que representa ser usuario de un perro de esta naturaleza.
Destaca la importancia de la rehabilitación de la persona ciega, sobre todo en lo referente a su orientación y movilidad para poder ser independiente y un buen usuario de perro guía.
Intervención oportuna cuando el binomio presenta algún problema de adaptación en su localidad, sobre todo cuando es recién graduado, sin importar la escuela de procedencia, ella se traslada a la ciudad del usuario, a fin de darle seguimiento y refuerzo al entrenamiento.
Asesora no solamente al usuario del perro de asistencia, sino también a la familia para que no intervengan en el entrenamiento ni en el adiestramiento del perro, es decir, hacer conciencia en la gente para no echarlo a perder.
Proporciona orientación en lo referente al comportamiento del perro adiestrado, con el objetivo de solucionar problemas del binomio.
Ofrece charlas en colegios con el propósito de enseñar y difundir en los niños lo que es un perro de asistencia, inculcando una cultura de respeto: no tocar ni distraer al perro de asistencia.
Finalmente, Elisa considera a la niñez lo suficientemente inteligente para enseñar a los mayores cómo debe ser el trato hacia el binomio usuario-perro de asistencia, por lo que considera falta más difusión para crear una cultura de respeto y correcta información en torno a este tema.
Hasta aquí hemos conocido varias etapas de Elisa, una de las pocas instructoras caninas y entrenadora de perros de asistencia que están vigentes. Se ha afirmado que es esposa y mamá de dos niños, articulista, profesora de nivel preparatoria, conferencista, etóloga canina, etc., pero falta conocer a la ciudadana de la vida cotidiana, a esa gran mujer que disfruta su hogar y el cariño de su familia, que, en sus tiempos libres, le encanta andar en bicicleta, saborea comer pastas, comida japonesa y gusta de la carne roja y fresca. De igual manera, goza con la balada romántica, especialmente de su paisano Franco De Vita.
Gracias amigos por leer este artículo, espero les haya gustado. ¡Hasta la próxima!
Y si quieres conocer más de esta extraordinaria instructora canina puedes seguirla en:
Facebook: Elisa Teresa Quintero Gimón
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