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El temperamento del Chihuahueño


Por Ángel Torres González  


El temperamento es el conjunto de características innatas o heredadas en un perro, a diferencia del carácter, que es adquirido o aprendido. 


El temperamento del Chihuahueño está determinado por su tamaño pequeño; todas las formas que podemos observar en su comportamiento están influenciadas por sus tres kilogramos (kg) de peso máximo que puede tener, de ahí que un temperamento equilibrado o adecuado lo tendremos en ejemplares que estén en un rango que va de 1,5 kg a 3 kg de peso aproximado. Cabe mencionar que en ejemplares por debajo de ese rango es muy probable que presenten comportamientos en extremo, ya sea nerviosos, asustadizos, ansiosos, tímidos o agresivos.

 

La sociabilización que se le dé desde cachorro jugará un papel importante a lo largo de toda su vida; esto significa que desde cachorro debemos ocuparnos en acostumbrarlo a la convivencia y al contacto con otras personas que no son de la familia, o bien familiares que no vivan en nuestra casa, así tendremos un perrito que con facilidad se adapte y acepte a desconocidos. Si, al contrario, nunca lo sacamos de casa, se mostrará poco tolerante. Tampoco es bueno acostumbrarlo a que siempre esté en los brazos de su dueño, pues esto lo hará demasiado mimado, frágil, en extremo sensible por cualquier motivo, caprichoso, sumamente nervioso, pudiendo incluso llegar a perder el apetito.

 

Los chihuahueños muestran una marcada preferencia por convivir con ejemplares de su misma raza; así podremos verlos saltar, brincar y corretearse entre ellos.


En muchas ocasiones lo ruidosos o ladradores que puedan ser algunos ejemplares, tiene que ver con sus dueños, ya sea porque estas personas son gritonas, escandalosas o porque no les dieron el adiestramiento y sociabilización adecuadas.

 

Los chihuahueños en general poseen un buen equilibrio emocional; esto es que con facilidad se adaptan a diferentes situaciones y entornos, saben comportarse a la altura del lugar en el que se encuentran, se mantienen callados mientras no haya ruidos fuera de lo normal y si de repente algo los sobresalta o inquieta, no dudarán en ladrar de manera fuerte y decidida.

 

Por lo general los chihuahueños son de carácter difícil; huraños, nerviosos, ariscos y que ladran a la menor provocación, suelen pertenecer a propietarios que no tienen cuidado en sociabilizar a sus perros, ya sea porque no los sacan a dar paseos por la calle o algún parque, ni tampoco tienen acceso o forma de convivir o simplemente ver a más gente, de ahí que el ladrido que lanzan es un escape a su aburrimiento.

 

Si bien es cierto que los chihuahueños soportan el encierro y la soledad, también necesitan un espacio para correr, desaburrirse y liberar energía, todo eso les ayuda a estar alegres y aceptar de mejor manera la convivencia humana. 


El carácter del Chihuahueño dependerá del ambiente en el que se desarrolle; podemos encontrarnos ejemplares amigables, cariñosos, tiernos, apegados a uno, deseosos del contacto humano, etc., todas esas características están influenciadas o provocadas por la actitud de sus propietarios hacia ellos. Así también los podemos encontrar juguetones y caprichosos, todo esto determinado por las formas que sus amos tienen con ellos.

 

Es tan marcada la habilidad o sentido de aprendizaje de estos perritos que con facilidad aprenden cualquier cosa que su amo les enseñe; por ejemplo, a identificar a la persona que llega con el agua, el que recoge la basura, quien ayuda en la limpieza, que ya es hora del paseo o cualquier otra actividad que sea cotidiana o repetitiva.

 

Es curioso y bastante frecuente observar que cuando hay algún otro perro de raza diferente en la familia, el Chihuahueño suele ser quien domina al otro, marcándole la pauta de cuándo o no ladrar, de quién va o come primero, etc., aun cuando el otro perro sea de una raza de mayor tamaño. Esto se debe a una característica dominante en el Chihuahueño que es su carácter terco e inteligente. Son a la vez quisquillosos, astutos y excesivamente observadores, lo cual los hace que casi siempre logren lo que se proponen, ya sea alcanzar un juguete, objeto o lo que les esté llamando la atención, así como escabullirse o meterse a donde no deben.

 

Se adaptan fácilmente al interior de una vivienda, casa o departamento, aunque un paseo a la calle lo disfrutan enormemente, con más razón si se les permite ir poniendo en práctica su sentido de investigar todo lo que encuentren en el camino.


Por lo general, los letreros de “no se admiten perros” no aplican para el Chihuahueño, con facilidad aprenden a comportarse en una bolsa, de tal forma que pasan desapercibidos.

 

Por todo lo anteriormente descrito el Chihuahueño es el perro de compañía por excelencia, la mascota ideal, su tamaño reducido permite llevarlo a todas partes, aprenden a comportarse rápidamente ante cualquier situación y entorno, son manejables, de fácil transportación y muy adaptables. 


Es importante mencionar que como criadores y simpatizantes de esta raza, debemos estar conscientes del enorme compromiso que tenemos, ya que al reproducirlos estamos provocando que sus características sean heredadas a un mayor número de ejemplares, debemos ser cuidadosos y selectivos en solo reproducir ejemplares que posean las mejores características, entre ellas a los de mejor temperamento, de tal manera que contribuyamos a que puedan tener una mejor convivencia con el humano, pues ese es en sí el propósito principal, que resulten ser una compañía agradable, positiva y motivante en la vida diaria. 

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