Por Jaime Arturo Espinosa Ramos
Es conocido como el “Gran Perro Japonés”, esta raza es originaria de la región montañosa de Japón y muy parecida al Akita Inu; sin embargo, el Americano es más grande y con estructura de mayor volumen.
Su origen es a causa de un cruce con diferentes razas como el Tosa Inu, Pastor Alemán y el Mastín Inglés, por lo que el Akita Americano creció en tamaño, mientras desaparecían algunas de las características del Spitz. La raza también es muy similar al Shiba Inu, con la principal diferencia en el tamaño.
Durante el S.XVII eran utilizados como perros para la cacería de osos, jabalíes y volatería; durante el S.XIX fueron requeridos para las peleas de perros que fueron abolidas en Japón en el año de 1908; esta raza es de las más antiguas de Asia y fue declarado como un monumento de la naturaleza; es por ello que quedó prohibido exportar estos perros desde Japón.
Los múltiples cruces han provocado que el aspecto del Akita sea modificado hasta mediados del S.XX; a raíz de ello se crearon numerosas líneas, todas muy diferentes entre ellas; para que existiera un orden se dividieron en dos líneas de sangre: la línea Ichinoseki y la línea Dewa.
Actualmente, en Europa hay criadores de variedades americanas y japonesas. Hoy en día, los esfuerzos de cría se centran principalmente en mantener las características típicas de cada raza. Sin embargo, la salud y la formación del carácter también son una prioridad para los criadores.
Los Akita del linaje Dewa son perros inteligentes que pueden adaptarse a diferentes ambientes. La línea de sangre fue creada por criadores estadounidenses debido a su creciente popularidad.
En el año 2000, la Federación Cinológica Internacional (FCI) decidió dividir la raza en el Akita Japonés (número estándar 255) y el Perro Japonés Grande (Akita Americano, número estándar 344). El primer estándar americano Akita emitido por el American Kennel Club en 1972 se convirtió en la base del nuevo estándar FCI.
Se ubicaba en el grupo II dentro de la clasificación de la FCI. Pero expertos de Estados Unidos no aceptaban la división y decidieron tomar ambas razas como una sola dentro de los concursos de belleza.
Debido a esta situación muchos amantes y criadores de la raza de los países afiliados a la FCI en el año 2005 lograron que se le ubicara de nuevo al Akita americano en el grupo V y que fuera llamado como Akita Americano, con la aprobación de los japoneses.
CLASIFICACIÓN FCI: 344
Grupo 5: Spitz asiáticos y razas semejantes
Sección 5: Spitz asiáticos y razas semejantes. Sin prueba de trabajo.
Son perros sumamente preciosos debido a que poseen un pelaje de doble carta, la parte interior es suave y mullida y la exterior es de pelo liso y recio. Su principal atractivo es su cabeza en forma triangular, orejas triangulares que se orientan hacia adelante, su cola esponjosa que por lo general va enrollada hacia un lado, ojos color marrón obscuro y su grande hocico.
El color del pelaje puede ser rojo, leonado, blanco, atigrado o pinto; los colores deben ser brillantes y claros y, en el caso de que tengan manchas, éstas deben estar cuidadosamente bien distribuidas con o sin máscara o blaze. Los perros completamente blancos no deben tener máscara.
Como ocurre con casi todas las razas, los machos suelen ser más grandes que las hembras (hasta 10 cm más altos), pero en general miden entre 61 y 71 cm de altura. El Akita Americano puede pesar entre 40 y 70 kilogramos.
Es un perro que en cuanto a carácter es equilibrado, tímido, fiel, inteligente, activo, muy seguro de sí mismo, valiente, suele ser bueno con los niños siempre y cuando sea acostumbrado a estar con ellos desde muy pequeño. Son muy protectores con su familia, en especial cuando están en situaciones de peligro; en relación al comportamiento con otros perros es poco tolerante con los de su mismo sexo, esto sucede cuando no están acostumbrados a la sociabilidad; en estos casos pueden ser dominantes o agresivos.
Requiere ser sociabilizado desde una edad muy temprana, ya que suele ser territorial, al igual que requiere llevar un adiestramiento debido a que es un perro grande y poderoso.
Son bastante inteligentes en comparación con su primo japonés (Akita Inu) el americano es más obediente y adiestrable. En cuanto al trabajo que llegan a desempeñar no son de trabajo en grupo, generalmente suelen trabajar solitarios o en pareja.
Los Akitas son perros muy fuertes tienen una esperanza de vida media de 8 a 10 años con los debidos cuidados, pero no sólo es probable que llegue a sobrepasar esta edad, sino que también puede llegar a disfrutar de una vejez digna y así ofrecerle una mejor calidad de vida.
La salud de estos caninos depende mucho de la calidad de alimentación que lleve, un continuo seguimiento veterinario y la realización del ejercicio físico suficiente.
Es importante estar informados de las enfermedades que pueden llegar a tener los perros de esta raza.
Una de las enfermedades comunes que más afecta a los perros de talla grande es la displasia de cadera; es un padecimiento que perturba el desarrollo de la articulación de la cadera durante el crecimiento, pues ésta se desplaza hacia los laterales, lo cual perjudica el movimiento.
A causa de esta enfermedad el perro tendrá dificultad para realizar sus actividades cotidianas experimentando dolor y, en ocasiones, cojera; esta afección puede ser hereditaria, así que es importante que en el criadero se expida un certificado que acredite que sus progenitores no padecen esta complicación.
Esta enfermedad es de la piel, en términos médicos “dermis”; esta raza es muy propensa a sufrir de dermatitis debido al pelaje excesivo que tiene; esta enfermedad se caracteriza debido al intenso picor que provoca al canino, durante la época de muda de pelo es más susceptible a adquirirla y también durante la época de otoño y primavera, sin embargo, esta enfermedad se puede prevenir si cepillamos diariamente su pelaje; de esta manera no sólo retiraremos el exceso de pelo, sino que también estaremos alerta de cualquier anormalidad que presente en su piel y, en caso necesario, administrar antinflamatorios con prescripción veterinaria.
Torsión de estómago: esta enfermedad sucede frecuentemente a perros de todas las razas y es debido a la gran acumulación de gases, que ocurre cuando el estómago se dilata y los ligamentos que lo sujetan fallan y se produce una torsión en el intestino, cuyo resultado es bloquear el riego sanguíneo.
Este padecimiento se puede prevenir cuidando el momento en que alimentas a tu perro, nunca le debes dar alimento antes de sacarlo a pasear, siempre debe ser después. Tener en cuenta la calidad de los alimentos y que coma de una manera pausada.
Los síntomas que presenta un perro con torsión de estómago son los siguientes:
Inquietud
Dolor e inflamación en el abdomen que suena como tambor si es percutido.
Náuseas sin vomito
Si existe la sospecha de que el canino presenta esta enfermedad, llevarlo de inmediato al médico, pues cuanto antes reciba atención es más probable que llegue a sobrevivir. La taza de mortalidad en perros que no son tratados a tiempo es del 100 % y en perros tratados es del 38 %.