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Animales y duelo en las Intervenciones Asistidas con Animales


Equipo de facilitadores en Intervenciones Asistidas con Animales y animales de terapia de Dejando Huella Educando, noviembre, 2019: de izquierda a derecha, fila superior: Víctor con Ziggy (gato Ginger), Susy con Paris (Chihuahueño), Fabi y Erika con Moss (Bóxer); en la banca Ceci con Ivy (gato Cálico); en la fila inferior Jenny con Francia (Schnauzer) y Margarita. (foto de Konene 2019).


Cuando hablamos de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA), es lógico que ellos sean los elementos centrales de este tipo de propuesta. Sin embargo, hay muchos otros componentes que forman parte de este trabajo, pero que son silenciosos. Por ejemplo, a pesar de que el trabajo con el MVZ (Médico Veterinario Zootecnista) es indispensable y previo a cualquier sesión de IAA, como nunca se ve al veterinario en primer plano, parecería que no es parte de la ecuación. Así, de igual manera pasa con el trabajo de adaptación a los cambios y las pérdidas que debemos realizar de manera permanente.

No todos los cambios son iguales. Algunos son cierres, como cuando el ciclo escolar o un proyecto llega a su término, cuando hay alguna graduación, un cambio de residencia o un paciente se da de alta. No obstante, y dependiendo del área en la que estés enfocado, habrá algunos otros cambios que sí nos lleven a vivir un duelo.


Una de esas pérdidas es cuando un paciente o beneficiario fallece. Recuerdo que cuando estábamos en Fundación Alzheimer, Alguien con quien contar, IAP el regreso de las vacaciones de diciembre siempre era con muchos menos usuarios, ya que la tasa de decesos de su población era más alta en esa temporada.


Otra pérdida es cuando un binomio del equipo nos deja, generalmente por algún cambio en su vida laboral o personal. Si bien siempre nos da gusto que los miembros del equipo crezcan y tengan nuevas oportunidades, la verdad es que no es fácil poder formar un equipo comprometido, que sea constante y profesional, con disposición para aprender y desaprender y también con iniciativa, que se mantenga objetivo sin perder su sensibilidad. Cada binomio que ha pasado por “Dejando Huella Educando” nos ha marcado de manera única con su estilo personal de contribuir y de abordar las sesiones. Personalmente cada uno ha dejado una memoria y un aprendizaje para mí en particular, obsequios que siempre atesoraré.

Pero también tenemos la pérdida de nuestros compañeros de trabajo, de perros y gatos de terapia. Creo que estas mermas son de las más complicadas para nosotros. Como manejadores no sólo perdemos la compañía de un animal al que amamos y que forma parte de nuestra familia multi-especie, sino que también dejamos de tener a un compañero de trabajo que se ha formado y crecido profesionalmente con nosotros. Este lazo único que se forma entre manejador y animal de terapia es un vínculo diferente y adicional al de su rol como mascota y que está basado en el servicio que damos a un tercero donde literalmente llegas al punto en que no hacen falta palabras para saber qué quiere o necesita el otro. En el trabajo diario desarrollas una especie de complicidad que es particular con cada animal, un binomio nunca es igual a otro y en conjunto manejador y perro/gato de terapia, tienen algo especial e irrepetible que ofrecer a favor del proceso educativo y/o terapéutico. Perder a tu animal de terapia deja muchos espacios vacíos… afortunada e inevitablemente, también deja muchos aprendizajes, vivencias y experiencias.


Agradezco al grupo de trabajo que siempre sea la primera red de contención. Los miembros humanos y animales de tu equipo comprenden lo profundo y complejo de esta pérdida y te van a acompañar y apoyar en el proceso, si así lo quieres. Es muy emotivo ver cómo los perros de trabajo son reconocidos y recordados con despedidas y funerales iguales a las de cualquier otro miembro de los bomberos, la policía o la milicia. Afuera, sin duda alguna es más complicado porque el duelo por los animales de compañía no es un acto socialmente aceptado, por el contrario, generalmente es minimizado y ridiculizado. De ahí la importancia de no descuidar el trabajo personal y del equipo para vivir nuestros duelos personales y de grupo de manera sana y abierta, con aceptación y respeto, de manera resiliente y amorosa.


¿Y qué hay de nuestros animales de terapia?, ¿ellos también tienen pérdidas y viven duelos? Claro que como los seres sintientes y conscientes que son, sí se dan cuenta de lo que sucede en su entorno, perciben las ausencias y tienen recuerdos de cada persona, lugar y situación. Ellos también recienten cuando dejamos de ir a algún lugar y cuando ya no están sus compañeros de equipo, ya sean humanos o animales.


¿Hay algo que podamos hacer para ayudarles a ellos en este proceso? En mi experiencia -y estando en tiempos regulares- considero que lo que más les afecta es cuando pierden a un miembro de su familia multi-especie. En estos casos podemos ayudarles dejando que reconozca su cuerpo ya fallecido. También dejando alguna prenda del ser querido que ya no está para que siga teniendo algo con su olor y reforzar con el uso de feromonas. Mantener sus rutinas en la medida de lo posible y ser sensible a sus necesidades y cambios en su estado de ánimo.


Sin embargo, cuando inició la contingencia por covid-19 y se detuvieron todas las actividades de manera abrupta, fue una pérdida abrumadora para muchos de los animales de terapia que pasaron de tener actividades varias veces por semana a no tener ninguna actividad por un periodo más largo que cualquier otro en su vida. Se podría decir que, así como muchos de nosotros pasamos por momentos de aburrimiento, desesperación, cansancio y demás, nuestros animales también pasaron por diferentes etapas en el proceso de adaptarse a la nueva realidad y su extensa duración.


Personalmente creo que los animales extrañaban las salidas y la atención que recibían en cada sesión y especialmente las caricias y convivencia con cada uno de los usuarios. Podría decir que ellos sabían exactamente qué día era y a dónde tocaba ir: si a la casa hogar, a la biblioteca, al DIF o si era un evento especial. Realmente creo que extrañaban salir a trabajar, especialmente los perros, porque como ya saben, los gatos son harina de otro costal. Creo que los gatos, si bien extrañaban un poco salir y tener atención, en realidad resintieron no tener la casa para ellos solos y sus momentos libres de humanos y perros.


En “Dejando Huella Educando” tuvimos varias pérdidas de animales de terapia durante la contingencia, esto aunado a la carencia de todas las sesiones de terapia, educación y actividades asistidas con animales y a la disminución de varios manejadores que por cambios en su situación laboral tuvieron que dejar el equipo, lo que nos llevó a un proceso complicado a todos, personas y animales.


Todo lo anterior nos llevó a que uno de nuestros primeros proyectos, ahora que estamos regresando a las sesiones de trabajo presenciales, sea en el área de la tanatología y específicamente en el área de duelo por pérdida de animales de compañía. Es maravilloso que hayamos coincidido con esta especialista y en conjunto estamos llevando a cabo desde finales de septiembre, un “Grupo de Ayuda Mutua Asistido con Animales” abierto al público general. Esta ha sido una experiencia muy enriquecedora y vale la pena que les cuente con detalle qué, con quién y cómo lo estamos haciendo, así que pronto dedicaré un artículo sólo para platicarles de este proyecto.


Por el momento sólo me queda decirte, querido lector, que si has sentido una profunda pena cuando uno de tus animales de compañía ha enfermado, sufrido un accidente, se ha extraviado y/o ha muerto, es totalmente válida tu pena. Si de repente te sientes perdido y angustiado o que la culpa te carcome o te sientes frustrado, enojado o en total impotencia, está bien que te permitas sentirlo, que te permitas llorar y desahogarte. Que tienes dudas de si el momento de aplicar la eutanasia a tu compañero de vida era el adecuado o correcto, piensa que ese acto de terminar el sufrimiento de un cuerpo cansado y enfermo que ya no se iba a recuperar es el máximo regalo de amor a ese ser que tanto te dio. Busca ayuda y acompañamiento profesional para tu pena y así puedas comprender tus pensamientos, gestionar tus emociones y aprendas estrategias que te ayuden a manejar el dolor y la ausencia, para que llegue el día en que al recordarlo sea más fuerte el amor, la alegría y las experiencias vividas que el dolor de su ausencia.


Para los mexicanos está además la oportunidad de honrar la vida de todos nuestros animales de compañía, de asistencia, de terapia, animales rescatados o cualquier otro que haya tocado nuestra vida y dejado una profunda huella en el corazón, es aprovechar las celebraciones de Día de Muertos e incluir a nuestros amados animales en ella. El día en que específicamente vienen nuestras mascotas a visitarnos es entre la noche del 27 y el amanecer del 28 de octubre. También puedes colocar en la ofrenda su fotografía, su comida y juguetes favoritos, cosas de uso diario como collares, plaquitas o correa, puedes colocar -de ser el caso- sus cenizas y los elementos que no deben faltar como flores, agua, sal, velas e incienso. Por supuesto, tampoco puede estar ausente la figura del Xoloitzcuintle, el perro que nos ayudará a cruzar el río para llegar al Mictlán.


Si te interesa conocer más sobre los programas de Intervenciones Asistidas con Animales, de sus aplicaciones, beneficios, requisitos o cualquier otra información, no dudes en comunicarte con nosotros y con gusto te podemos dar una asesoría y/o capacitación.


Jenny M. E. Aragón Leyva

jenn_aragon@yahoo.com.mx


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