Terry disfrutando un puppucino después de una sesión de trabajo. Foto de Dejando Huella Educando.
Jenny M. E. Aragón Leyva | Experta en IAA y Directora de “Dejando Huella Educando”,Querétaro
En los últimos años, el número de sitios que se denominan pet friendly ha ido en aumento, cada vez son más los lugares que permiten la entrada a los perros y también cada día más personas exigen poder llevar a sus mascotas a todo tipo de eventos y lugares. Por su parte el término accesibilidad es un derecho que lleva varias décadas sobre la mesa, impulsado principalmente por grupos de la sociedad civil quienes buscan que los derechos de las personas con algún tipo de discapacidad sean respetados conforme a la ley. Empecemos por revisar estos términos.
Accesibilidad. Aunque las distintas definiciones pueden variar un poco, el punto principal es que una persona con o sin problemas de movilidad o cualquier otro tipo de discapacidad, pueda integrarse en un espacio o actividad e interactuar en el mismo. Cuando hablamos de accesibilidad universal, nos referimos entonces al conjunto de características de las que deben disponer los entornos urbanos, edificios, bienes, productos, servicios o medios de comunicación para permitir a todas las personas su acceso, comprensión y utilización de manera cómoda, segura y eficiente, al tiempo de promover la igualdad y autonomía.
Pet Friendly. Es difícil encontrar una definición consistente de este término, ya que algunos hablan de que un lugar que se denomina pet friendly es el que admite todo tipo de mascota sin distinción de tamaño, raza, edad, tipo, sin ninguna clase de discriminación. Otros, hacen hincapié en que el lugar pet friendly dará acceso y trato adecuado a los perros y gatos que asistan a sus instalaciones. Una parte de estos lugares tienen pocas o nulas reglas para este acceso a las mascotas y se manejan de manera relajada y casual. Otra parte de ellos se maneja con normas muy claras en cuanto a las medidas preventivas de salud y comportamiento, responsabilidad de los tutores y áreas restringidas. Hoy en día incluso existe un “sello de acreditación como destino pet friendly” que promueve el turismo con animales de compañía, así como grandes empresas internacionales que han adoptado una política pet friendly como parte de su cultura organizacional.
Silvia Lozada de la Escuela para Entrenamiento de Perro Guía para Ciegos IAP en una de las sucursales de Churrería “El Moro” para la implementación de medidas incluyentes. (foto tomada de FB página Lucero Márquez)
Personalmente me sorprende la cantidad de personas, empresas e instancias gubernamentales dispuestas a impulsar e implementar acciones que promuevan más establecimientos pet friendly mientras la necesidad real de accesibilidad universal permanece como un molesto asunto que sólo es atendido ante una respuesta viralizada en redes sociales, cuando en este caso lo que está de por medio es el derecho de las personas a la no discriminación y trato digno según nuestra Carta Magna en su Artículo 1° y en los tratados internacionales ratificados por el Senado de la República. Como si lo “trending” fuera más importante que la dignidad de una persona, como si los derechos de un perro de un “influencer” (persona con cierto grado de influencia entre sus seguidores en las redes sociales) a tomar agua “evian” (agua francesa mineral sin gas) en un “bowl” (tazón) muy chic en el café de moda fueran más importantes que los derechos de un Perro de Asistencia a brindar el apoyo, la independencia y la seguridad requeridas por su usuario con discapacidad.
Además, pareciera que ser un lugar pet friendly se ha convertido en una rápida estrategia de mercadotecnia que asegura la afluencia de un sector determinado. Basta con poner el letrero en la ventana y dejar que se corra la voz para que lleguen tutores y perros sin ton ni son, sin cupo límite, sin espacios realmente pensados para ellos, sin distancia de seguridad. Si tienes terraza ¡ya la armaste! Considero que ser un establecimiento pet friendly debería implicar un compromiso con todos los clientes, tanto los que asisten con mascota como los que no llevan, tanto para los que les gustan como para los alérgicos, tanto para los perros muy sociables como para los más tímidos, hay que estar preparados para aquellos que van a requerir de un espacio para sus evacuaciones, para los cachorros o viejitos que tal vez tengan accidentes, para los que se marean en el viaje en coche y hasta para las otras especies de mascotas. Estrictamente hablando el concepto debería ser dog friendly ya que al dejarlo abierto a pet friendly dejas abierta la puerta a otras especies como gatos, cuyos, hurones, conejos y más. Cuando llevo a alguno de mis gatos a pasear con collar, pechera, correa y mochila a estos lugares, la mayoría de los perros y sus tutores no saben qué hacer.
Otro aspecto que me sorprende y desconcierta es el altísimo nivel de exigencia que se le solicita a una persona usuaria de Perro de Asistencia para “permitir” que ingrese a algún establecimiento, comercio, oficina o medio de transporte con su perro, un perro de trabajo. Las personas usuarias de un Perro de Asistencia tienen mucha claridad de cuáles son sus obligaciones para con el cuidado y estado de salud de sus perros, así como de sus responsabilidades sociales de recoger las heces, de no incomodar a las personas a su alrededor, de no estorbar el paso de otros con su perro y todo esto adicionalmente a las pruebas que cada uno de estos perros tuvo que superar desde su selección, su proceso de formación, luego el entrenamiento y finalmente el proceso de vinculación que tuvo que transitar para poder brindar apoyo a su usuario y que duró aproximadamente un año. Por su parte, los tutores de muchísimas mascotas que exigen lugares pet friendly no han logrado internalizar la cultura pet friendly correspondiente: llevan a sus perros sin correa porque necesitan ser libres o bien porque no hacen nada, sin collar ni placa porque los lastima, les permiten ser invasivos con otros perros porque les gusta ser el alfa del grupo, les permiten ser invasivos con las personas porque son demasiado amistosos, no tienen ninguna idea de cómo ayudarles a sus perros a enfrentar situaciones que van desde asustarse por algún ruido fuerte, algo raro o nuevo, hasta aventarse contra cualquier desconocido que pase cerca y ni siquiera tienen el esquema de vacunación completo y vigente, si quieres hacer algún tipo de revisión o evaluación de su mascota se enojan, mienten y/o te amenazan.
Foto tomada de FB página Servicios Públicos Municipales de Qro.
Me parece que algo no está bien cuadrado aquí. Claro que hay muchas actividades que me encantaría poder disfrutar con alguna de las nueve mascotas que actualmente tengo. Sin embargo, creo que en ocasiones nuestra necedad y ego, en combinación mortal con el antropomorfismo a ultranza y poco conocimiento científico de las especies (etología) con quienes convivimos, nos llevan a exigir y exponer a excesos a nuestros animales de compañía. En verdad creo que hay lugares y eventos que no son apropiados para nuestros perros y gatos, como una función de cine, una marcha, una feria o un concierto.
Ahora con este boom de los lugares pet friendly, uno incluso podría pensar que es una forma de arreglar, compensar o liberar bloqueos para los perros de Asistencia o los perros de Terapia, desafortunadamente este no es el caso. Para los manejadores de perros de Terapia los lugares pet friendly pueden ser un arma de doble filo ya que mientras podrían ser excelentes lugares para exponer a los perros en periodo de formación a experiencias sensoriales nuevas, en ocasiones es complicado asegurar que la experiencia será agradable, de aprendizaje, de fortalecimiento del vínculo y resiliencia cuando otros perros y también las personas pueden ser invasivos e incluso agresivos. En el caso de los perros de Asistencia la experiencia puede ser abrumadora tanto para el usuario como para el perro de Asistencia cuando otros perros le están ladrando o se acercan demasiado, cuando las personas son imprudentes y le dan de comer al perro, le hablan, lo tocan o le enseñan juguetes, incluso hay casos muy desafortunados donde han llegado a ser agredidos.
Entonces, los términos de accesibilidad y pet friendly no son excluyentes y bien podrían ser complementarios, la accesibilidad debería obligatoriamente ser respetada como un derecho y ser pet friendly no es obligatorio sino una opción más en el mercado. Los perros de Asistencia deberían tener acceso junto con su usuario a cualquier comercio, empresa, restaurante, hospital, hotel u oficina, con excepción de las áreas de preparación de comida y cirugía (como todos los demás que no pertenecemos al equipo de esa área) mientras que las mascotas con medicina preventiva vigente, limpios y en compañía de tutores responsables que estarán pendientes de ellos en todo momento y los llevarán con el equipo adecuado y en buen estado, deberían tener acceso a los lugares identificados como pet friendly, quienes contarán con reglamentos y protocolos claros para los tutores y sus mascotas y así poder asegurar el bienestar de todos los presentes.
En Querétaro tenemos la fortuna de contar con varios proyectos públicos y privados que están encaminados a educar y promover el bienestar animal y la tenencia responsable, a disminuir el abandono y aumentar la adopción y a contar con lugares y actividades adecuadas para disfrutar en familia, incluidas las mascotas. Un claro ejemplo es el Parque Bicentenario Querétaro que después de dos años cerrado por la contingencia Covid-19, vuelve a abrir sus puertas ahora con la denominación pet friendly. Incluso, la primera actividad oficial de la reapertura el domingo 3 de julio, fue dedicada para los perros familiares con el P-Run, una carrera de 5 o 7 km que podías hacer en compañía de tu perro. Además de tener acceso a gran parte del parque, también se ha habilitado un parque canino con sección para perros chicos y sección para perros grandes. Tanto para la participación en la carrera como para entrar al parque, hay todo un protocolo establecido que habrá de cumplirse para asegurar que toda la familia la pase muy bien.
Si bien el Perro y Gato de Terapia son animales de trabajo, ellos no requieren de accesibilidad, porque no están considerados como animales de Asistencia. [Nota: Sólo Perro Guía, Perro Escucha, Perro de Servicio y Perro de Alerta Médica están clasificados como perros de Asistencia y se les debe garantizar plena accesibilidad, previa identificación de binomio.
El Perro de Apoyo Emocional no está considerado como un Perro de Asistencia ni tampoco como un perro de trabajo, por lo que se le considera un perro mascota según la Assistance Dog International, no cuenta con el derecho de accesibilidad y deberá cumplir cualquier protocolo requerido por el lugar, como cualquier otra mascota.
Para los formadores y manejadores de perros y gatos de Terapia, tener lugares pet friendly cerca nos permite diversificar las experiencias de los candidatos y tener oportunidades de evaluación en diferentes entornos. Con la preparación y precauciones convenientes puede ser una herramienta muy útil y aunque nunca se van a equiparar con las experiencias que pudieras tener en algunos entornos -como los hospitalarios- sí es posible aprovecharlos como fuente de enriquecimiento ambiental en sus distintas modalidades. Esperamos que pronto la cultura pet friendly, entendida de manera bi-direccional, logre permear en todos los tutores y que cada vez la experiencia sea más enriquecedora y positiva para todos.
Si te interesa conocer más sobre los programas de Intervenciones Asistidas con Animales, no dudes en comunicarte con nosotros y con gusto te podemos dar una asesoría y/o capacitación.
Jenny M. E. Aragón Leyva
jenn_aragon@yahoo.com.mx
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